Esta receta me encanta, sobre todo porque es original, sabrosa y no lleva queso. Para los que no comemos queso o para los que tienen intolerancia o simplemente no les gusta el queso, esta receta es ideal. Es una receta de Áine Carlin.
La salsa parece queso, pero no lo es, es simplemente una salsa hecha con calabaza como base. Pruébala y veras como te sorprende.
Ingredientes:
- 200 ml de crema de coco o de soja (yo usé de soja)
- 300 gr de macarrones sin gluten bio
- 1 cucharada sopera de margarina
- 1/2 calabaza alargada, pelada y cortada a dados finos
- 1 cucharadita de mostaza bio
- 1 cucharada sopera de mugo miso
- sal y pimienta negra molida
- 1 cucharada de vinagre de módena
- hojas de rúcula
- cebollino fresco
- perejil fresco
- semillas de sésamo tostado
- agua mineral
- aceite de oliva
Preparación:
- En una olla poner agua a calentar con sal. Añadir los macarrones durante el tiempo que marque el envase (en mi caso fueron 10 minutos). Cuando estén, pasar agua fría para cortar la cocción y reservar.
- En una cazuela de barro o sartén, poner la marganina a calentar y saltear la calabaza con una pizca de sal. Cuando esté de color dorado, añadir 1 vaso de agua (sin terminar de cubrir la calabaza) y dejar cocer unos 15 minutos o hasta que la calabaza esté blanda.
- Triturar la calabaza y añadir la mostaza, el vinagre, el mugi miso, la crema de soja y la pimienta. Volver a batir para mezclar bien.
- En una sartén poner a calentar unas gotas de aceite y tostar el cebollino cortado a trozos y las hojas de rúcula.
- Mezclar todos los ingredientes y servir con unas semillas de sésamo tostado.
Sugerencias para esta receta vegetariana de macarrones sin queso: recomiendo no pasarse con el agua para evitar que la salsa nos quede demasiado líquida. Es mejor retirar líquido antes de batir y añadir en caso de necesitar. Yo no lo he probado, pero una opción para darle sabor a queso es poner un cucharada sopera de levadura nutricional.
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